Ficción: "Uncia uncia"
Cuando lo que más teme finalmente pasa, no queda otra cosa para el humano que desgarrar su propia piel y cambiarla. Miré los cuerpos yaciendo inertes a mis pies, su vida desparramada por toda la alfombra y pensé que no me habría imaginado cambiar tanto. No estoy segura de recordar precisamente cómo era antes de ellos, pero busco con insistencia hacerlo, creo que se lo debo a ese anterior “yo”. La costumbre de la especie dicta enterrar al muerto y eso intento hacer contándoles esta historia. Quería creer que me había tomado cien días mutar, que no había sido de un momento al otro, pero tengo que admitir y admitirme que eso es una mentira. Para mí todo cambió en un segundo, fue en ese segundo en que tomaron una decisión por mí y no después. Creo que la primer mancha, si hubiera tenido la lucidez para observar mi cuerpo desnudo y no volverme loca, la hubiera notado cuando me tiraron en el descampado. De cualquier forma puedo recordar la fuerza con la que mi cuerpo golpeó el suelo,...